Nuestra continua sensibilización por preservar el medio ambiente nos ha llevado a la instalación de una planta fotovoltaica de más de 2000 metros cuadrados en la cubierta de nuestra fábrica de jamones y embutidos. Se trata de un plan de gestión de la energía solar; un modelo responsable con la generación de energía limpia, basado en la innovación y sostenibilidad para una mayor eficiencia medioambiental.
Este tipo de instalaciones no libera dióxido de carbono (CO2) u otros gases, contribuyendo considerablemente a la reducción de las emisiones de CO2, principal causante del perjudicial efecto invernadero. No precisa de un suministro exterior, no consume combustible, ni necesita presencia de otros recursos como el agua o el viento. Durante su tiempo de explotación, por cada kilovatio pico (kWp) de potencia instalada se evitan, como mínimo, 7 toneladas de emisiones de CO2.
El Chichero evita de esta forma, una emisión al año de CO2 equivalente a la que provoca el consumo de más de 200 hogares.