Se retira la sal. Jamones y paletas son trasladados a secaderos naturales dónde, llegado el invierno, la sal migra a través de las piezas, provocando la pérdida lenta y paulatina de agua y adquiriendo una mayor consistencia externa.
Para el colgado de las piezas en los secaderos, se utilizan soportes de acero de los que se supenden los jamones, o bien se cuelgan en los techos con ganchos y cuerdas. Los jamones deben mantenerse de modo que no contacten entre sí, ni en lateral ni en la vertical de colgado. Los tiempos de asentamiento pueden oscilar entre 6 y 9 meses, dependiendo del peso de las piezas.